El Lugar Santísimo

“El velo les servirá como división

entre el lugar santo y el Lugar Santísimo.”  

Éxodo 26:33 

 

Las imágenes de los querubines también hacen su aparición en el Santo de Santos / Kodesh HaKodeshim, que debía ser separado del resto del Santuario por un velo grueso y pesado o una cortina.

 

El velo estaba hecho de lino fino y lana azul, púrpura y escarlata, y bordado con querubines dorados.

 

El Lugar Santísimo fue la parte más sagrada e interior del Santuario construido por Moisés, así como el antiguo Templo Sagrado de Jerusalén.

 

Solo el Cohen HaGadol / sumo sacerdote podía entrar en este lugar tan sagrado, e incluso entonces solo podía entrar una vez al año en Yom Kippur / Día de Expiación.

  

 “Y cuando estas cosas fueron así ordenadas, los sacerdotes siempre entraban en la primera parte del tabernáculo para hacer los oficios del servicio a Dios; Pero en el segundo, sólo entra el sumo sacerdote una vez al año, no sin llevar sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados del pueblo cometidos en ignorancia.”

Hebreos 9:6–7 

 

Antes de ingresar al Lugar Santísimo, el Cohen HaGadol tendría que lavarse completamente y ponerse ropa especial, designada y limpiada para este único evento.

 

Una vez dentro, quemaba incienso para que el humo cubriera sus ojos y formara una barrera para ver a ELOHIM directamente.

 

Luego rociaría la sangre de un animal sacrificado en el propiciatorio del Arca de la Alianza para expiar los pecados de su pueblo, así como sus propios pecados personales.

 

¿Por qué había un velo y unas precauciones tan elaboradas emprendidas por el Sumo Sacerdote antes de entrar al Lugar Santísimo? Es porque los ojos de YAH son demasiado puros para mirar el pecado. (Habacuc 1:13)

 

Esto enfatiza que no podemos tomar la santidad de YAH a la ligera, ni entrar sin cuidado en Su presencia.

 

Es muy significativo, por lo tanto, que cuando YAHUSHUA HaMashiach murió en la estaca de ejecución Romana, el velo se rompió en dos.

 

 

 “Cuando YAHUSHUA gritó

nuevamente en voz alta,

Él entregó Su espíritu. Y he aquí,

el velo del templo se rasgó en dos,

de arriba abajo.”

 Mateo 27:50–51

 

Ningún hombre rompió este velo en dos; se rompió como resultado de un acto sobrenatural de YAH, un reflejo de una costumbre de duelo Judía. Cuando una persona llora por un ser querido que ha muerto, la prenda de la persona que llora se rasgaría de arriba abajo.

 

Es de esta manera que nuestro Padre Celestial mostró públicamente Su profundo dolor por la muerte de YAHUSHUA.

 

Este asombroso acontecimiento significó nuestro libre acceso a la presencia de YAH a través del sacrificio expiatorio de YAHUSHUA.

 

Debido a la muerte de YAHUSHUA en la estaca de ejecución, el hombre ya no está obligado a separarse de YAH, pero puede acercarse al Trono de la Gracia en cualquier momento para recibir la gracia, la ayuda y la misericordia de YAH a través de YAHUSHUA.

 

“De modo que acerquémonos confiadamente al trono del cual nos imparte el favor, para que podamos recibir misericordia y encontrar favor en nuestro tiempo de necesidad.” 

Hebreos 4:16

 

Mientras que en los días de Moisés, una barrera formidable para DIOS estaba custodiada por los querubines, ahora podemos entrar con confianza y libremente incluso en el Lugar Santísimo a través de un camino nuevo y vivo que se ha abierto para nosotros a través del telón, que es el cuerpo traspasado y sangre derramada de YAHUSHUA. (Hebreos 10:19–20)

 

YAHUSHUA vino como el Cohen HaGadol / Sumo Sacerdote de un Tabernáculo mayor y más perfecto que el construido por Moisés y el pueblo de Israel; Su Templo no fue hecho con manos humanas como en el día del Rey Salomón, sino que fue creado sobrenaturalmente. 

 

  “Pero cuando el Mesías se manifestó como Kohen Gadol de las buenas cosas que ya están ocurriendo, por medio de un mayor Tabernáculo que no es hecho por hombres, pues no es de este mundo creado.”

 Hebreos 9:11  

 

Él no entró en el Lugar Santísimo con la sangre de toros o cabras o cualquier otro animal de sacrificio, ya que su sangre nunca podría cubrir completamente el pecado, sino que tendría que repetirse cada año una y otra vez.

 

YAHUSHUA entró en el Kodesh HaKodeshim con Su propia sangre, de una vez por todas, para quitarnos totalmente nuestros pecados, ¡tan lejos como el este del oeste! ¡Aleluyah!

 

“No por medio de la sangre de

machos cabríos y de becerros,

sino por medio de Su propia sangre,

obteniendo redención eterna.”  

Hebreos 9:12

 

¡Alabemos SU NOMBRE Para Siempre! Amén.

“Oigan, naciones, la palabra del YAHUVEH,

Anuncien en las costas lejanas,

Y digan: “El que dispersó a Israel lo reunirá,

Y lo guardará como un pastor a su rebaño.” 

Jeremías 31:10

 

“‘Traigan todo el diezmo al alfolí,

para que haya alimento en Mi casa;

y pónganme ahora a prueba en esto;”

dice el YAHUVEH de los ejércitos

‘si no les abro las ventanas de los cielos,

y derramo para ustedes

bendición hasta que sobreabunde.’”

 Malaquías 3:10