Haz CLIC AQUÍ para leer extractos de las Profecías relacionadas a la lectura de la Parasha

Lectura para 20 de abril del 2018

¡Shabbat Shalom!

El Rey David escribió: ¡Qué dulce a mi garganta son Tus palabras (palabras de la Torá), verdaderamente más dulce que miel en mi boca!   Salmos 119

Bienvenido a Tazria-Metzora / Ella Concibe e Infectado, esta semana la porción de la Torá doble. Estas dos partes de la Torá se combinan para acomodar el número de Sabbaths de este año.

Tazria / Ella Concibe

Metzora / Infectado

Levítico 12:1 – 15:33;

2 Reyes 4:42 – 5:19, 7:3-20;

Lucas 5:12-31

YAHUVEH dijo a Moshe: ‘Dile a los hijos de Yisra’el: Si una mujer concibe y da a luz un niño, ella estará inmunda [tameh] por siete días con la misma inmundicia como en niddah, cuando ella está teniendo su período de menstruación.’”

Levítico 12:1–2

En la porción de la Torá de la semana pasada (Shemini), ELOHIM ordenó las leyes kosher, identificando qué animales eran aptos para el consumo. También discutió algunas de las leyes de pureza ritual, instruyendo a los israelitas “para que ustedes distingan entre lo Kadosh y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio.”

Levítico 10:10

La porción doble de la Escritura de esta semana (Tazria-Metzora) continúa con las leyes de la pureza ritual (tahorah) y la impureza (tumah).

La Purificación de Tzaraat

“Todos los que tengan llagas de tzaraat usarán vestiduras rasgadas y pelo suelto, cubrirán su labio superior y gritarán: ‘¡Inmundo! ¡Inmundo! [tameh, tameh]  Por el tiempo que tenga las llagas, estará inmundo; puesto que es inmundo, vivirá aislado; vivirá fuera del campamento.’”

Levítico 13:45–46

Tanto Tazria como Metzora se enfocan en las leyes de la lepra, una condición espiritual que causa que los afligidos se vuelvan impuros.

Estas secciones describen las leyes con respecto a cómo manejar el metzora, el que está infectado, y cómo él o ella pueden ser purificados una vez que se haya curado.

La palabra Hebrea que se traduce como lepra, tzaraat, en realidad no corresponde a la aflicción actual de la lepra. Su origen es espiritual, pero obviamente tiene una manifestación física.

La condición es identificada por un sacerdote, no por un médico.

De hecho, tzaraat puede afectar a una persona, una casa o una prenda de vestir.

¿Cómo lidia la comunidad de Israel con una persona afligida por tzaraat- a metzora?

Una vez que se confirma a través de una serie de pruebas que la condición es de hecho tzaraat, la metzora se declara tameh (impuro o inmundo).

El afligido es aislado de la comunidad para evitar contaminar e infectar a otros a través del contacto. El metzora debe vivir solo fuera del campamento hasta que esté completamente curado.

Es la función del sacerdote controlar periódicamente a la persona afectada para determinar cuándo puede regresar a la comunidad, para que pueda volver a ser completa.

En términos de una casa, sin embargo, si el tzaraat se extiende después de una semana de cuarentena, las piedras infectadas se eliminan y arrojan en un lugar impuro.

Si las lesiones vuelven a aparecer después de que las piedras se reemplazan y la casa se raspa y vuelve a enlucir, entonces se destruye toda la casa. Sus piedras, madera y polvo son llevados a un lugar impuro.

“entonces el kohen entrará y la examinará. Si él ve que la infección se ha extendido en la casa, es tzaraat contagioso en la casa; es inmunda. Demolerá la casa y tomará sus piedras, madera y yeso fuera de la ciudad a un lugar inmundo.”

Levítico 14:44–45

Una vez que se cura un metzora, él o ella pasa por el proceso de purificación descrito en la Torá.

“YAHUVEH dijo a Moshe: ‘Esta será la Torá [instrucciones] referente a la persona afligida con tzaraat [תּוֹרַת הַמְּצֹרָע] en el día de su purificación’”

Levítico 14:1–2

Para que se complete el proceso de curación y se reintegrase el metzora en la comunidad, se realizan una serie compleja de ofrendas, comenzando el primer día con dos pájaros limpios: uno que se mata y otro que se libera.

Aunque el metzora ahora puede regresar a la comunidad, debe vivir fuera de su tienda durante siete días. En el séptimo día, el metzora afeita todo el pelo, incluidas las cejas, y se baña en agua.

Como parte de la ceremonia, en el octavo día del proceso de purificación, el sacerdote (Kohen) coloca parte del aceite y la sangre de la ofrenda de culpa (cordero) sobre la punta de la oreja derecha del que está siendo limpiado, y luego el pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo del pie derecho.  Levítico 14:10–14

Esto representa expiación y limpieza de todo lo que escuchamos, todo lo que hacemos y cada camino que tomamos.

La Causa de Tzaraat

“¿Cuál de ustedes toma placer en vivir? ¿Amando para ver buenas cosas? ¡Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño.”

Salmos 34:12–13

El Judaísmo considera el chisme y la calumnia como un tipo de “lepra moral”, y el tzaraat como una aflicción de ELOHIM como castigo principalmente por comunicación destructiva, como calumnias o chismes, aunque el orgullo y el egocentrismo pueden estar en el corazón de este pecado.

El chisme y la calumnia pueden ser causados por el odio infundado del hablante (sinat chinam, literalmente odio a su gracia, belleza o encanto).

Además, la comunicación malvada lleva a otros al odio.

El relato de la lepra de Miriam es evidencia de la conexión entre el habla malvada y el tzaraat. Después de que ella y su hermano Aaron se atrevieron a hablar mal de su hermano Moisés y su esposa Cusita, ella estaba afligida con tzaraat. 

“Miryam y Aharon comenzaron a criticar a Moshe a causa de la mujer Etíope con la cual él se había casado, porque de hecho se había casado con una mujer Etíope. Ellos dijeron: ‘¿Es verdad que YAHUVEH solamente ha hablado a Moshe? ¿No ha hablado El con nosotros también?’ YAHUVEH los oyó.”

Números 12:1–2

La ira de YAH se encendió contra Miriam, y Él la afligió con tzaraat, diciéndole:

“¿por qué no tienen temor de criticar a mi siervo Moshe?’ La furia YAHUVEH se encendió contra ellos [Miryam y Aharon], y entonces El se fue. Pero cuando la nube fue levantada de encima de la tienda, Miryam tenía tzaraat, tan blanco como la nieve. Aharon miró a Miryam, y ella estaba blanca como la nieve.”

Números 12:8–10

Esto debería ser suficiente para que cada uno de nosotros tenga un temor saludable de chismear o difamar a alguien, especialmente a los ungidos de YAHUVEH para que lo sirvan en una posición de liderazgo o ministerio público.

YAHUSHUA, Purificación y Restauración 

“En camino a Yerushalayim, YAHUSHUA pasó por los campos fronterizos entre Shomron y Galil. Cuando entraba en una de las aldeas, le salieron al encuentro diez afligidos con tzaraat, los cuales se pararon a la distancia y lo llamaron y alzando la voz, dijeron: “¡YAHUSHUA, Rabí! ¡Ten compasión de nosotros!” Al verlos, El dijo: “¡Vayan y que los examinen los kohanim!” Y mientras iban, fueron limpios.”

Lucas 17:11–14

YAHUSHUA el Mesías, durante el tiempo de Su ministerio en la tierra, sanó a muchas personas que estaban afligidas por esta terrible condición.

 

YAHUSHUA confirmó el proceso de purificación que se encuentra en esta Parasha cuando Él sanó a un leproso y lo declaró tahor (limpio). 

“Una vez cuando YAHUSHUA estaba en uno de los pueblos, vino a él un hombre cubierto de tzaraat, y cuando vio a YAHUSHUA, cayó con el rostro en tierra y le suplicó: ‘Mi Adón, si estás dispuesto, puedes limpiarme.’ YAHUSHUA extendió su mano, y le tocó, diciendo: ‘¡Estoy dispuesto, sé limpio!’ De inmediato el tzaraat le dejó.”

Lucas 5:12–13

Manteniendo la ley, YAHUSHUA le dijo al hombre, “muéstrate al sacerdote y ofrece los sacrificios que Moisés ordenó para tu limpieza, como un testimonio para ellos.”

En Lucas 17, YAHUSHUA sana a diez hombres de lepra, pero solo uno regresa para agradecerle. Una vez más, YAHUSHUA los envía a informar su curación al sacerdote.

Así como estos leprosos debían informar al sacerdote, también aquellos que han sido contaminados por el pecado grave necesitan un sistema de responsabilidad para aquellos en posiciones de liderazgo espiritual.

Es necesario que haya un proceso en el Cuerpo del Mesías para la restauración de aquellos que han caído en la inmoralidad y han sido sanados mediante el arrepentimiento y el ministerio de la RUACH HAKODESH.

El Mesías: Humilde y Exaltado

Sin embargo, otra interpretación Judía del Mesías espera que sea elevado, poderoso y exaltado, no humilde, afligido o asociado con pecadores o leprosos.

Esta última idea se basa en Isaías 52:13: “¡Contemplen como mi siervo tendrá buen éxito!  ¡El será levantado, exaltado, altamente enaltecido!”

¿Cómo podemos reconciliar estas dos imágenes del Mesías? En su primera venida, YAHUSHUA vino como un sirviente humilde, entrando a Jerusalén en el potro de un asno.

Él comió con pecadores y se asoció con recaudadores de impuestos, comportamiento por el cual fue malentendido y despreciado. Él Murió como el cordero humilde llevado al matadero para hacer expiación por nuestros pecados. 

“Pero El fue herido por causa de nuestros pecados, machacado por nuestras iniquidades;  el castigo de nuestro Shalom cayó sobre El  y por sus llagas hemos sido sanados.”

Isaías 53:5

YAHUSHUA no vino por los orgullosos y justos, sino por los leprosos de la sociedad: los que son pobres, humildes, enfermos y marginados. Él no vino a asociarse con los ricos y famosos, sino a limpiar a los que habían sido contaminados (hechos tameh) por el pecado.

Para ilustrar esta verdad, YAHUSHUA contó una parábola a algunos que confiaban en su propia justicia y que menospreciaban a los demás:

“Dos hombres fueron al Templo a orar, uno era un Parush, y el otro un cobrador de impuestos. El Parush, puesto en pie, oraba consigo mismo: ‘¡Oh, ELOHIM! Te doy gracias que no soy como el resto de la humanidad: ¡Avaro, deshonesto, inmoral, o como este cobrador de impuestos! Ayuno dos veces a la semana, y pago los diezmos de mis ganancias totales,…..’

“Pero el cobrador de impuestos, parado a lo lejos, dijo: ‘¡ELOHIM! ¡Ten misericordia de mí, que soy un pecador!’ Les digo que este hombre se fue a su casa justificado ante YAHUVEH, al contrario del otro. Porque todo aquel que se exalte a sí mismo, será humillado; pero todo aquel que se humille a sí mismo, será exaltado.”

Lucas 18:10–14

El Redentor Moshiach  (Mesías) sufre las agonías del tzaraat al tomar sobre sí mismo y sufrir personalmente el dolor de su pueblo en el exilio (galut).

Tradicionalmente se cree que el día de la purificación en esta lectura de la Torá, se refiere al día de la redención cuando viene el Mesías. Como Creyentes, entendemos que YAHUSHUA cumplió esto. 

“El mismo llevó nuestros pecados  en su cuerpo, sobre la estaca,  para que nosotros pudiéramos morir al pecado y vivir para la justificación; por sus llagas fuimos sanados.”

1 Pedro 2:24

Además, el Mesías vendrá nuevamente para sanar a todos los tzaraat en nuestro mundo. En ese día, Él será exaltado para gobernar y reinar para siempre sobre el Trono de David. El exilio Judío será cosa del pasado, y su pueblo vivirá seguro en su propia tierra. 

“su gobierno será grandioso,  y de su Shalom no habrá fin;  [estará] sobre el trono y reinado de David,  para asegurarlo y sostenerlo mediante justicia y rectitud desde ahora y para siempre.”

Isaías 9:7

Cuando llegue ese día,

“Justicia será la faja alrededor de su cintura, y sus caderas vestidas con verdad.  El lobo habitará con el cordero;  el leopardo se acostará con el cabrito;  el becerro, el león joven y la oveja engordada juntos, y un niño pequeño para guiarlos.”

 Isaías 11:5–6

“¡Presten atención!” Dice YAHUSHUA: “Yo vengo pronto, y mis recompensas están conmigo, para dar a cada persona de acuerdo con sus obras.”

Apocalipsis 22:12 

¡Shabbat Shalom de AMIGHTYWIND!